miércoles, 21 de julio de 2010
Cúanto tiempo ha pasado ?
Cuando pienso en lo que era se me nubla la mirada, trato de hablarte y es como si mis palabras rebotarán contra una pared desolada.
Me pregunto si esta distancia está bien, si es lo que realmente quería, me convenso de que sí.
Trato de mirar hacía delante y bueno, sonreir.
Es algo dificil...
Me pregunto si esta distancia está bien, si es lo que realmente quería, me convenso de que sí.
Trato de mirar hacía delante y bueno, sonreir.
Es algo dificil...
martes, 6 de abril de 2010
lunes, 5 de abril de 2010
domingo, 4 de abril de 2010
Desierto
A veces me imagino que no estoy preso en este desierto.
Así es como me arropo lentamente con las sábanas de mi cama y vuelvo mis memorias hacía el sur, y siento el ruido de la lluvia.
Esbozo una leve sonrisa, siento como caen las gotas sobre el techo, se derraman por la ventana, y me llenan de una extraña forma.
Y siento como un auto a lo lejos toca su claxón como celebrando, junto a mi, mis aberraciones sobre una lluvia en el desierto.
Y suena terriblemente la alarma de mi celular, incapaz de seguir en mi idilio blasfemo unas palabras locas que salen apresuradas e insonoras de mi boca, los demás se tapan los oídos y parto hacía la rutina.
Me visto en medio d ela oscuridad más calmada que haya existido en mi vida, me pongo un polerón , tomo apresurado una taza de café o té o lo que tenga a la mno en ese momento y parto en mi recorrido de treinta minutos exatos, el cual me cuesta cada vez más.
Llego a clases y me doy cuenta que allí no hay lluvía, jamás existirá.
Y tarto de alejarme de los demás, no quiero verme involucrado en este desierto.
Así es como me arropo lentamente con las sábanas de mi cama y vuelvo mis memorias hacía el sur, y siento el ruido de la lluvia.
Esbozo una leve sonrisa, siento como caen las gotas sobre el techo, se derraman por la ventana, y me llenan de una extraña forma.
Y siento como un auto a lo lejos toca su claxón como celebrando, junto a mi, mis aberraciones sobre una lluvia en el desierto.
Y suena terriblemente la alarma de mi celular, incapaz de seguir en mi idilio blasfemo unas palabras locas que salen apresuradas e insonoras de mi boca, los demás se tapan los oídos y parto hacía la rutina.
Me visto en medio d ela oscuridad más calmada que haya existido en mi vida, me pongo un polerón , tomo apresurado una taza de café o té o lo que tenga a la mno en ese momento y parto en mi recorrido de treinta minutos exatos, el cual me cuesta cada vez más.
Llego a clases y me doy cuenta que allí no hay lluvía, jamás existirá.
Y tarto de alejarme de los demás, no quiero verme involucrado en este desierto.
lunes, 29 de marzo de 2010
sábado, 27 de marzo de 2010
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