Bitácora 26.02.2010

 

Es un día extraño. En la web me encontré unas fotos de Concepción, la tierra donde di mis primeros pasos, un romance loco y conocí tantas cosas que ahora llevo dentro de mi alma incrustadas. Fue melancolico, fue un tiempo que merecía, quizás. Extraño el recorrer sus calles mojadas, el olor a tierra que viene después de un día de lluvia,  su historia, su todo. 

Y en medio de mi imaginación me pago un viaje de ida hacía el lugar donde he sido increiblemente feliz.

Sin retorno, sin penas, sin ni siquiera equipaje, solo mi chaqueta, mi bufanda, mi pantalon favorito y las ganas increibles de quedarme allí.

Y sueño que vuelvo de un día de trabajo a comer y a beber con mis amigos en mi casa una noche cualquiera mientras afuera hace un frío que pela los huesos...